Erickson
(Erik
Homburger Erikson; Frankfurt del Main, 1902 - Harwich, Massachusetts, 1994)
Psicoanalista estadounidense de origen alemán. Tras estudiar arte en su
juventud, conoció a Anna Freud, por influencia de la cual se estableció en
Viena y se vinculó al movimiento psicoanalítico. En 1933 emigró a Estados
Unidos, donde estudió la influencia cultural en el desarrollo psicológico
trabajando con niños de diversas reservas indias.
Considerado
como uno de los representantes de la tendencia culturalista del psicoanálisis,
sus trabajos se refieren sobre todo a la infancia y a la adolescencia: Infancia
y sociedad (1950), Identidad, juventud y crisis (1968) e Historia
personal y circunstancia histórica (1975), entre otros títulos; dedicó
además estudios al pensamiento reformista de Martín Lutero (El joven
Lutero, 1958) y a las ideas sobre la no violencia de Gandhi (Gandhi
y los orígenes de la no violencia, 1969).
Erikson
integró el psicoanálisis clínico y la antropología cultural matizando nuevos
aspectos del desarrollo. Por un lado, enfatizó la influencia de factores
psicosociales y socioculturales en el desarrollo del "Yo", y, por
otro, propuso el desarrollo de la identidad como sucesión de etapas
diferenciadas entre las que existen períodos de transición (crisis evolutivas),
conceptualizando ocho crisis psicosociales o etapas del desarrollo de la
identidad hacia la síntesis del "Yo".
Sus
ideas (en las que se percibe la influencia del enfoque de Freud,
principalmente en las primeras cuatro etapas) han tenido gran influencia en
otros trabajos sobre las etapas en la edad adulta. Para Erik Erikson, el
desarrollo infantil de la "confianza básica'' en los adultos, desarrollada
durante los primeros años de vida, es el fundamento de todo el desarrollo
social posterior. Insistió en la importancia de lo que Piaget denominó
estadio sensomotor del desarrollo, y corroboró la aseveración de que dicho
estadio es el fundamento imprescindible de un desarrollo social e intelectual
normal.
En
la adolescencia, etapa a la que prestó también particular atención, la
formación de la identidad es un foco de atención primordial. Las personas a lo
largo de su vida se preguntan "¿quién soy yo?", pero esta pregunta en
la adolescencia adquiere características de crisis. Erikson caracteriza la
adolescencia como un período de confusión y angustia en que se experimenta con
alternativas antes de optar por una serie de valores y metas. Los adolescentes
experimentan diversas identidades en la familia, en la escuela, entre los
compañeros, en los clubes o en movimientos políticos.
Durante
este período, lo que los adolescentes consideraron una vez como dado es ahora
cuestionado; a través de un proceso de búsqueda interior, cambian las
características que definieron el yo en la niñez y las combinan con nuevos
compromisos. La búsqueda de la identidad es el rasgo más destacado de la
personalidad adolescente, y de su hallazgo depende el paso a una edad adulta
feliz y productiva.
El
Principio Epigenético y las fases de desarrollo de Erikson
Erikson
es muy conocido por su trabajo sobre la redefinición y expansión de la
teoría de los estadios de Freud. Establecía que el desarrollo funciona a
partir de un principio epigenético. Postulaba la existencia de ocho
fases de desarrollo que se extendían a lo largo de todo el ciclo
vital. Nuestros progresos a través de cada estadio están determinados en
parte por nuestros éxitos o por los fracasos en los estadios precedentes. Como
si fuese el botón de una rosa que esconde sus pétalos, cada uno de éstos se
abrirá en un momento concreto, con un cierto orden que ha sido determinado por
la naturaleza a través de la genética. Si interferimos con este orden natural
de desarrollo extrayendo un pétalo demasiado pronto o en un momento que no es
el que le corresponde, destruimos el desarrollo de la flor al completo.
Cada
fase comprende ciertas tareas o funciones que son psicosociales por naturaleza.
Aunque Erikson les llama crisis por seguir la tradición freudiana, el
término es más amplio y menos específico. Por ejemplo, un niño escolar
debe aprender a ser industrioso durante ese periodo de su vida y esta tendencia
se aprende a través de complejas interacciones sociales de la escuela y la
familia.
Las
diversas tareas descritas por el autor se establecen en base a dos
términos: una es la tarea del infante, llamada “confianza-desconfianza”.
Al principio resulta obvio pensar que el niño debe aprender a confiar y no a
desconfiar. Pero Erikson establece muy claramente que debemos aprender que
existe un balance. Ciertamente, debemos aprender más sobre la confianza, pero
también necesitamos aprender algo de desconfianza de manera que no nos
convirtamos en adultos estúpidos.
Cada
fase tiene un tiempo óptimo también. Es inútil empujar demasiado
rápido a un niño a la adultez, cosa muy común entre personas obsesionadas con
el éxito. No es posible bajar el ritmo o intentar proteger a nuestros niños de
las demandas de la vida. Existe un tiempo para cada función.
Si
pasamos bien por un estadio, llevamos con nosotros ciertas virtudes o
fuerzas psicosociales que nos ayudarán en el resto de los estadios de nuestra
vida. Por el contrario, si no nos va tan bien, podremos desarrollar mal adaptaciones o malignidades,
así como poner en peligro nuestro desarrollo faltante. De las dos, la
malignidad es la peor, ya que comprende mucho de los aspectos negativos de la
tarea o función y muy poco de los aspectos positivos de la misma, tal y como
presentan las personas desconfiadas. La mal adaptación no es tan mala y
comprende más aspectos positivos que negativos de la tarea, como las personas
que confían demasiado.
APORTES
PEDAGÓGICOS
EDUCACIÓN: El
desarrollo psicosocial procede según pasos críticos, siendo lo “crítico” una
característica de los cambios decisivos, de los momentos de elección entre el
progreso y la regresión, la integración y el retardo”.
Desarrollo
psicosocial, cambios decisivos, elección, son procesos en los que el
aprendizaje constituye una dimensión sustantiva pues todos requieren:
comprender situaciones, adaptarse creativamente a ellas, transformarlas,
reorganizar los datos de la realidad para lograr una interpretación cada vez
más integral y completa.
En
consecuencia, lo educativo implica un vínculo entre sujetos (en el caso de la
educación escolar, a alumnos y docentes, pero también a los padres) en
permanente evolución personal, transitando sus crisis vitales o evolutivas de
un modo enriquecedor y generativo.
PEDAGOGÍA: Sugirió
que al lado de cada etapa del desarrollo psicosexual (descrito por Freud), hay
etapas Psicosociales del Desarrollo de la Personalidad.
Sostuvo
que el desarrollo de la personalidad no se acaba en la adolescencia, sino
que continúa durante todo el ciclo de la vida.
Cada
etapa tiene un comprobante positivo y otro negativo.